La IA acelera el desarrollo en proyectos pequeños, pero en aplicaciones grandes y complejas, un nuevo estudio revela que ralentiza un 19% a desarrolladores senior. La razón: su eficacia depende del doble dominio del experto —conocimiento profundo del código y habilidad para guiar a la IA con instrucciones contextualizadas—, no solo de pedir tareas, sino de enmarcarlas con precisión en el entorno real del sistema.
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